Llegando a Huesca, me planteé la siguiente cuestión: puerto monrepos o dirección Barbastro y hacer noche en Ordesa, y esta segunda opción fue la que elegí: Barbastro, pueblos medievales, vino (ummm k rico: Olvena, Pirineos, Blecua,...), Ainsa, Boltaña, Broto y por fin Torla, entrada al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, que en esta temporada es un remanso de paz. Busco alojamiento, y de casualidad encuentro porque estaba casi todo cerrado.
lluvía, me encanta buscando alojamiento en Torla, casi todo cerrado 
Torla, precioso... 
por la mañana ante mis ojos se muestra la entrada al parque en todo su esplendor. Hay que disfrutar de este día tan maravilloso 
bosque, agua, nieve, soledad, fauna y flora... no pido más 
mirando las fajas 
Llego a Riglos. Hacía 15 años que no estaba aquí, que recuerdos. Acompañé a dos amigos americanos para que escalaran las paredes y se enamoraron del lugar y no me extaña. De camino he pasado por Biescas a ver a un amigo que tiene una tienda de te, entre otras cosas, pero al ser domingo estaba cerrado, vaya... me hacía ilusión saludarlo, bueno en otra ocasión.
Ante mí los Mallos de Riglos, impresionante. La subida al Pirineo con el canfranero es toda una experiencia por los paisajes que se ven desde el tren, entre ellos los mallos de Riglos. 
Al atardecer, se tiñen de color rojizo y es un regalo para la vista. También lo es el vuelo de los buitres que habitan en sus riscos. 
rafting 
y de paso, ya que estaba por ahí, me acerqué al castillo de Loarre 
sonidos de la naturaleza en ordesa
